¡Hola! Soy un fotógrafo de bodas con un estilo periodístico y natural. Mi objetivo es capturar momentos especiales con autenticidad y creatividad. Me considero una persona empática y me encanta rodearme de gente, lo cual me ayuda a integrarme muy bien en los eventos nupciales. Entiendo a los novios y las novias, y siempre procuro estar presente pero con discreción.

Mi enfoque se basa en capturar la esencia de cada pareja y su historia de amor. Me concentro en los detalles significativos y en las emociones genuinas que se despliegan durante el día. Utilizando mi estilo periodístico, busco contar una historia a través de mis fotografías, capturando los momentos espontáneos y las expresiones auténticas.

Además de mi enfoque periodístico, le doy gran importancia a la creatividad. Busco ángulos únicos, juegos de luces y composiciones innovadoras para agregar un toque artístico a mis imágenes. Cada foto es cuidadosamente editada para resaltar los colores vibrantes y los detalles sutiles, creando un resultado final impresionante y único.

Mi naturaleza empática y mi habilidad para conectarme con las personas me permiten crear un ambiente cálido y cómodo durante las bodas. Me mezclo con los invitados y me convierto en parte del evento sin interrumpir la experiencia de los novios y sus seres queridos. Soy consciente de la importancia de la discreción y sé cómo estar presente sin llamar la atención, permitiendo que los momentos especiales se desarrollen de forma natural.

Como fotógrafo de bodas, entiendo que cada pareja es única y que su día especial es una ocasión irrepetible. Mi objetivo es capturar cada detalle, cada emoción y cada risa, para que puedan revivir esos momentos preciosos una y otra vez a través de mis fotografías.

Si estás buscando un fotógrafo de bodas que combine un estilo periodístico y natural con un toque creativo, y que sepa integrarse perfectamente en tu evento sin ser intrusivo, has llegado al lugar correcto. Permíteme capturar cada momento significativo de tu día especial y convertirlo en recuerdos atemporales.

Mi Historia

Cuando era un adolescente ya empecé a interesarme por el mundo de la fotografía, y desde aquel momento, siempre me ha acompañado en mi vida.

Cuando tengo una cámara en mis manos, me siento un creador de magia a partir de la luz. Me gustan las personas y estoy muy bien alrededor de ellas, por eso, cuando realizo un reportaje fotográfico, procuro entender bien lo que les gusta a las personas que me encargan el trabajo fotográfico, para de esa manera, adaptar mi arte a sus expectativas y deseos. Procurando, no obstante, sorprenderles con mi creatividad y espontaneidad fotográfica.

Sé muy bien que cuando estáis contratando a alguien para que os haga esas fotos tan importantes, como son las de vuestra boda, quizás las fotos más importantes de vuestra vida, estáis tomando una gran decisión, pues esas fotos son irrepetibles.

Por todo ello y para que sepáis quién soy, a continuación os voy a explicar un poco de mi historia, cómo soy y cómo trabajo.

Desde muy joven mi gran afición ha sido la fotografía

Empatía y flexibilidad diría que es lo que me caracteriza

Cuando un cliente me llama o me viene a ver para pedirme que le haga un trabajo fotográfico, le escucho con detenimiento y después de hablar ampliamente sobre sus necesidades, le planteo la solución sobre la base de mi experiencia y conocimientos.

Siempre me muestro tranquilo e intento planificar al máximo las sesiones de fotografía, pues de esa manera, todo sale mejor y además los problemas son menores.

A veces, en las bodas se producen problemáticas que son de difícil solución y a los novios o familiares, les resulta complicado dar con la clave, pues son imprevistos que pueden llegar a alterar toda la planificación prevista. En esos casos, aunque el problema no esté relacionado con las fotos, yo siempre procuro ayudar, pues los novios en esas circunstancias están desbordados y sobre todo, porque es un tipo de evento para el que no se aprende, pues el día de la boda, por muy bien planificada que la tengas, siempre surgen inconvenientes que hay que solucionar sobre la marcha, por eso, pienso que las personas como yo, que hemos vivido muchas bodas, nos puede resultar más fácil ofrecer una posible solución.

Por ejemplo, muchas veces me he encontrado con la "obligación moral" de tomar las riendas de los acontecimientos, como si de una "wedding planner" se tratara, pues por falta de previsión y/o de organización, las cosas no avanzaban y ello generaba mucho estrés en el ambiente, problemas en todas las etapas del evento, los novios no estaban para solucionarlo y sus familiares e invitados tampoco, por tanto, en esas circunstancias, la boda se combierte en un barco sin capitán.

En esos casos, yo siempre he procurado ayudar a que todo fluyera adecuadamente y por supuesto, a que las fotos fueran lo más bonitas y emotivas posible, a pesar de esas circunstancias adversas.

Sobre mis fotos y las creaciones para tu boda

Seguro que habiendo llegado hasta este punto, os interesará saber como planifico mi trabajo y cuál es el flujo de creación para conseguir un resultado óptimo que os guste a vosotros.

Primeros pasos: Normalmente, los novios ven mi web o me conocen por otras parejas a las que les he realizado algún reportaje, por tanto, cuando llegan a mí, generalmente ya han visto mi trabajo o me han recomendado, en consecuencia, llegan con una idea bastante concreta de la calidad de mi trabajo.

Siguientes pasos: Me llaman o me contactan y agendamos una reunión personal si están cerca y por videoconferencia si están lejos o no les viene bien vernos en persona.

En esta primera reunión, les explico que una vez me contratan, suelo planificar varios encuentros con los novios antes de la boda, a fin de conocer a la pareja, entender mejor lo que esperan y cuál es el estilo de fotos que les gustaría obtener, cuantas personas asistirán al evento, detalles de donde se hará y a que hora, posibilidad de exteriores para mejorar el resultado fotográfico, etc.

Una vez me han contratado, empieza el flujo de trabajo que se compone esencialmente de los siguientes puntos:

1) Reuniones para conocer a la pareja e intentar crear un vínculo emocional, a fin de que el día de la boda, y dentro de lo posible, yo no sea un desconocido, pues ello, redundará en un mejor resultado final. Además, y muy importante, la recogida de información logística, de lugares, horarios, profesionales que participan, etc.

2) Tiempo antes de la boda, me informo sobre el lugar donde se celebrará la ceremonia y el banquete, a fin de evaluar las posibilidades de los lugares y planificar mejor el trabajo a realizar.

3) Montamos mi agenda solapándola con el resto de los actos y acontecimientos que van a producirse ese día.

4) Llegado el gran día, me desplazo al lugar de la boda con tiempo previo suficiente, a fin de prevenir posibles retrasos debidos a problemas inesperados, como el pinchazo de una rueda.

5) Comienza la fiesta y me integro con los novios y sus familiares con discreción e intentando estar en cada momento preciso, pero sin ser protagonista.

6) Va pasando el divertido y emotivo día y mi trabajo concluye cuando los novios, ya en el baile, contentos y relajados, me dicen que ya está todo completo.

La etapa de planificación y captación ha concluido, ahora se inicia la ardua y desconocida etapa de selección, revelado, edición y entrega del trabajo final.

Si te interesa conocerla, sigue leyendo...

Flujo de trabajo de las fotos de tu boda: Etapa de revelado y edición

Una vez llego a mi oficina, copio todas las fotografías al disco duro y siempre mantengo 2 copias de seguridad hasta la entrega del trabajo final. Son fotos irrepetibles, por tanto, hay que mantenerlas a salvo.

Inicio el arduo proceso de revelado delante del ordenador para:

1) Seleccionar las imágenes buenas y el descarte de las malas.

2) Una vez seleccionadas, trabajo solo con las buenas y estas son las que, mediante el procedimiento de revelado una a una, reviso los colores, calibro la luz y la saturación, introducción de metadatos, etc.

3) Una vez reveladas, realizo otra selección y descarte de las fotos que se parecen, pues siempre hay algunas que son parecidas y solo se diferencian por pequeños matices, por tanto, que quedo con la mejor de las mejores de cada momento.

4) Para mí es importante, entregar las mejores imágenes, no un número grande de fotografías, pues al final, si son demasiadas, nadie las mira, pues, como ya sabéis, se hacen muy pesadas las visualizaciones de cientos y a veces miles de fotografías de la boda. ¿Te suena aquello de "queréis que os enseñe el reportaje de boda"? y ves como tus amigos se esconden debajo de la mesa o encima de la lámpara para evitar pasar por el suplicio. Pues eso es lo que quiero evitar. Mostrar solo lo esencial y realmente emotivo y bonito.

5) Una vez terminada la etapa de revelado, pasamos a la de edición, en la cual, a algunas de las fotografías, se les afinan los detalles de la piel, fondos, elementos que distorsionen la composición, etc. Siempre procurando mantener la naturalidad y frescura de la imagen, según mi estilo fotográfico.

6) Finalmente se colocan todas las imágenes en alta resolución y en formato JPG en un pendrive y se entrega a la pareja, se entregan a través de mi zona restringida de clientes, para que ellos mismos las descarguen. En el caso de que se hayan pedido álbumes en papel, es otro flujo de trabajo que os explicaré en otra entrada.

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